Ligar con un compañero de clase. Qué hacer y qué no Argentina
Al encontrarnos en un nuevo entorno en el que percibimos mayor libertad y cargas de estrés a las que no estamos acostumbrados, socializar se convierte en cierto modo, la base de nuestra supervivencia.
A esto, al sumarle el hecho de que nos rodean diariamente las mismas personas, implica la creación de lazos más íntimos que los que acostumbramos formar.
Evidentemente, luego de colocar hormonas y química en la ecuación, el resultado es que sentimos una atracción intensa, quizás meramente sexual a uno u otro compañero de la universidad.
Tener sexo casual con un compañero de clases no es nada del otro mundo. Lo que sí cambia son las reglas del juego, tanto a la hora de la seducción como después del sexo con apps.
Aquí te enseñamos que hacer y que no para dejar fluir esa tensión sexual que existe entre tú y tu compañero/a de la universidad y cómo evitar que acabe en un completo desastre convirtiendo en un drama constante.
Pros y contras de ligar con un compañero de clase
Pros
Ambos pasan la mayor parte de su tiempo en el campus, así que ambos estarán en el mismo entorno casi todo el día en caso de que la tensión sexual se presente de forma repentina.
Podrán experimentar el placer prohibido de tener sexo en las áreas del campus, lo que además de sacarlos de la rutina, añadirá adrenalina a su relación y les permitirá cumplir muchas de esas fantasías universitarias.
El sexting durante clase o las insinuaciones sutiles en público, llenarán de hormonas la sala en que se encuentren. Casi podrán palpar su libido en el aire.
El “lazo” del que hablamos al principio, les dará la oportunidad de experimentar sexo sin tapujos debido al nivel de confianza que desarrollen como compañeros de clase.
Contras
Si se trata de sexo casual de ambas partes no suele aplicar, pero el hecho de que uno de los dos involucre sentimientos en el asunto lo hace sumamente incómodo. Considera esto más aun si no sabes afrontar los encuentros post-sexo casual y el trato indiferente que pudiera darte esa. Además, esta pareja casual puede llegar a hablar más de la cuenta, lo que nos lleva al siguiente contra.
Estarán en boca de todos en cuanto se sepa. Esto no es malo si realmente haces caso omiso de las opiniones ajenas, pero de lo contrario puede incomodarte de forma impresionante.
¿Cómo ligar con un compañero de clase?
Primero, recuerda que las apariencias importan. El aspecto físico importa, aunque traten de negarlo. Así como te repelen las personas de tu clase con apariencia de indigente, así le pasa a los que quieres ligarte.
Utiliza la picardía y las indirectas. Una mirada, un rose o un guiño pueden ayudar más de lo que piensas.
Busca alguna excusa para acercarte. Piensa en las asignaciones de las clases que tienen en común y pregúntale algo al respecto. Conversa con esa persona fuera del aula y deja relucir tu simpatía.
No des nada por sentado. Tener su número no implica necesariamente que tengas algo asegurado con esa persona. Jugar a hacerse el difícil es excelente en este contexto y cualquiera que implique coqueteo.
Lo anterior aplica también en caso de haber conseguido un match con un compañero de clase en alguna aplicación de citas en línea. Del mismo modo, busca conversación, sé amigable y pícaro y no des nada por sentado, nunca. Solo que en estos casos, por encontrarse fuera del ambiente que habitúan, es más fácil soltarse y hablar sin prejuicios, y conseguir que la otra persona se desinhiba contigo.
Que no hacer cuando ligas con un compañero de la universidad
Nunca te metas con personas del mismo círculo social o trata de evitarlo a toda costa. No solo puedes disolver un grupo al que no pertenecías, sino que llegarás a crear drama así hayas buscado solo una noche de sexo en ambas ocasiones.
Lo anterior aplica también para tú grupo social. Alguno de tus compañeros y amigos cercanos puede ayudarte en tu conquista, pero meterte con alguno/a de ellos puede resultar todo un desastre.
No seas invasivo. Recuerda que él o ella ya tenía un espacio personal antes de ti. Buscar conversación o amistad con los fines que sea no implican escribirle cada dos minutos, sentarte a su lado cada clase ni acechar en las zonas comunes del campus. Esto, en lugar de aumentar tus posibilidades las disuelve por completo.
Recuerda también que, a la hora de salir con alguien, es mejor aclarar sus intenciones sin dejar ver demasiado las tuyas para evitar inconvenientes. Más aun si tratas de ligar con un compañero de la universidad al que tendrás que encontrarte a diario indiferentemente de cómo marchen las cosas.
En la universidad no todos buscan sexo sin compromiso y no puedes asumir que esta persona lo haga. Por eso, lanzarte de forma sutil y conocer sus intenciones puede salvarte de ser el abalanzado de la clase y caer en medio de un huracán.